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Te explicamos el Principio DNSH

El Principio DNSH es un pilar fundamental en la evaluación de la viabilidad medioambiental de las actuaciones empresariales. Se basa en seis objetivos medioambientales que deben considerarse cuidadosamente al evaluar cualquier actividad económica. A continuación, se desglosan cada uno de estos objetivos.

Mitigación del cambio climático

Una actividad económica causa perjuicio significativo al medio ambiente en este objetivo cuando genera considerables emisiones de gases de efecto invernadero. Esto puede afectar negativamente el clima global y local, así como la salud de las personas y la biodiversidad.

Adaptación al cambio climático

Si la actividad provoca un aumento de los efectos adversos de las condiciones climáticas actuales o futuras, ya sea en las personas, la naturaleza o los activos, se considera que causa perjuicio significativo. Esto incluye la vulnerabilidad ante eventos climáticos extremos como sequías, inundaciones o tormentas.

Utilización y protección sostenibles de los recursos hídricos y marinos

Aquí, el perjuicio significativo se relaciona con el deterioro del buen estado ecológico de las masas de agua (superficiales y subterráneas) o del buen estado ecológico de las aguas marinas. La sobreexplotación, la contaminación y la alteración de los ecosistemas acuáticos son aspectos clave.

Economía Circular

El principio DNSH se aplica a la prevención y reciclado de residuos. Si una actividad genera ineficiencias en el uso de materiales o recursos naturales, o aumenta significativamente la generación, incineración o eliminación de residuos, se considera perjudicial. La economía circular busca minimizar el desperdicio y maximizar la reutilización.

Prevención y control de la contaminación

Si la actividad aumenta significativamente las emisiones de contaminantes al aire, al agua o al suelo en comparación con la situación previa, se incumple el DNSH en este objetivo. La contaminación afecta la salud humana, la calidad del aire y la biodiversidad.

Protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas

Si la actividad afecta negativamente las buenas condiciones y la resiliencia de los ecosistemas o el estado de conservación de hábitats y especies, se considera perjudicial. La pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas son preocupaciones centrales.

Aplicación del Principio DNSH en proyectos y empresas

El Principio DNSH se aplica a una amplia gama de proyectos y empresas que tienen un impacto en el medio ambiente. Algunos ejemplos de áreas donde se aplica este principio son:

Infraestructuras y construcción

Desde la planificación de carreteras hasta la construcción de edificios, se debe evaluar cómo estas actividades afectan a los objetivos medioambientales del DNSH. Por ejemplo, ¿cómo se gestionarán los residuos de construcción? ¿Cómo se minimizará la huella de carbono?

Industria energética

La producción de energía, ya sea mediante fuentes renovables o no renovables, debe cumplir con los objetivos del DNSH. Esto incluye la mitigación del cambio climático, la protección del agua y la biodiversidad, y la gestión adecuada de los residuos.

Agricultura y silvicultura

La gestión sostenible de la tierra, la protección de los ecosistemas naturales y la prevención de la contaminación son fundamentales en estas áreas. ¿Cómo se equilibra la producción agrícola con la conservación del medio ambiente?

Industria química y farmacéutica

La producción y el uso de productos químicos deben considerar los impactos en el agua, el aire y la biodiversidad. ¿Se están tomando medidas para evitar la contaminación y garantizar la seguridad ambiental?

Turismo y desarrollo urbano

El DNSH también se aplica al desarrollo de infraestructuras turísticas y urbanas. ¿Cómo se preserva la biodiversidad en áreas turísticas? ¿Se consideran los impactos ambientales en la planificación urbana?

Evaluación del Principio DNSH

Para evaluar una actividad económica según el Principio DNSH, se deben considerar los impactos a lo largo de todo el ciclo de vida del proyecto. Esto implica analizar los potenciales impactos tanto de la propia actividad como de los productos generados por la misma. La autoevaluación debe ser validada por una entidad independiente para garantizar que las conclusiones sean sólidas y se ajusten a los objetivos medioambientales.

El Principio DNSH es un aliado esencial para lograr inversiones sostenibles y proteger nuestro entorno natural. Su aplicación rigurosa asegura que las empresas contribuyan positivamente al medio ambiente mientras avanzan en sus proyectos.